Ningún tema te asusta. Los hombres suelen ser un poco toscos para hablar, no tienen filtros y, literalmente, hablan de las cosas más perturbadoras del mundo y eso ha hecho que tú no tengas ningún tipo de tabú al hablar de cualquier tema.
Sin miedo a nada. Estar con hombres únicamente te hizo un tanto ruda y te despojó de muchos miedos. No es que no seas femenina ni mucho menos, solo que tu caracter es mucho más fuerte.
No eres una chica. Se han acostumbrado tanto a tu presencia que para ellos te has convertido de alguna manera en un hombre más, te ven como a un amigo, como un chico parte del grupo. Hablan y hacen bromas frente a ti que tal vez no harían frente a otras mujeres
Eres inmune al abuso. A comparación de las otras chicas, te has vuelto inmune al abuso. Tus amigos te entrenaron de una forma tan eficaz que ahora puedes responder de inmediato a cualquier cosa que te digan. Tu agilidad para responder es mucho mayor y tus maneras de defenderte son mejores gracias a ellos. Estás preparada para cualqueir cosa.
Te muestran el lado simple. Lo genial de la personalidad de los hombres, al menos de la mayoría, es que tienen una forma de pensar y vivir bastante más simple que las mujeres. Para ellos es o no es, no hay puntos medios, no se hacen dramas por tonterías y su punto de vista de las cosas es mucho más práctico.
Tener citas se convierte no es tan fácil. Siempre están vigilando a cualquier chico que se acerque a ti, porque te cuidan a su manera y no quieren que los demás te lastimen. Además por parte del chico con el que sales no es fácil que entienda que tu grupo de amigos se conforma en un 100% de hombres, que vives rodeada de ellos que no los vas a dejar por nadie.
Siempre te sentirás protegida. A pesar de su trato muchas veces rudo, de considerarte un amigo con pechos y de las bromas pesadas, te quieren y te demuestran su amor a su manera. Te cuidan y siempre te van a apoyar sin importar qué pase.