Un estudio realizado en conjunto entre la Universidad de Groeningen, en Holanda, y la Universidad de Bocconi, en Italia, concluyó que convivir con mujeres embarazadas, o personas que ya son padres, puede generarnos el deseo de tener hijos. Este efecto puede durar hasta dos años y hay explicaciones psicológicas para su aparición.
Según este informe publicado en Vix, identificó que las mujeres que conviven con amigas que están esperando un bebé y quienes son madres también suelen embarazarse. Según Nicoletta Balbo y Nicola Barban, coautoras de la pesquisa, esta relación puede influir en otras mujeres de tres maneras.
- Los aprendizajes que una pareja de nuevos padres puede transmitirles a sus amigos al vivir esta experiencia e intercambiar sus descubrimientos con ellos.
- La posibilidad de compartir con sus amigos la misma experiencia simultáneamente, además de la oportunidad de que su hijo crezca junto a otros niños de la misma edad. Esto también permite que los amigos estrechen sus lazos, pues vivirán las mismas cosas, al mismo tiempo.
- Finalmente, está el hecho de que algunas personas son capaces de causar una gran influencia en aquellas con quienes conviven, principalmente en la gente que se inspira en ellas.
Para llevar a cabo el estudio, las investigadoras acompañaron a 1700 mujeres americanas entre los 15 y 30 años, para intentar comprender la influencia que una gestación podría tener en ellas.
A pesar de que las propias investigadoras reconocen las limitaciones del estudio, los datos confirman que existe una relación entre los embarazos de sus amigas. Por eso, si es que tú tienes alguna amiga que está embarazada, es probable que la próxima seas tú.