Se suele decir que los hijos menores son los más rebeldes de la familia. Y esto ahora tendría validez científica, ya que según el estudio realizado en la Universidad de Pensilvania, los hermanos menores son más independientes y ocurrentes.
Los investigadores de este estudio llegaron a la conclusión de que el primer hijo siempre recibe toda la atención, miedos y equivocaciones de los padres, mientras que con el segundo la crianza es más relajada, sin temor y con más confianza.
Este tipo de educación genera que los hijos menores sean más rebeldes para llamar la atención de los padres y sean más consentidos ya que siempre serán los más pequeños para sus padres.