Karla (26 años, Lince).
Soy Karla y tengo cinco años con Jonathan, estoy enamorada de él, pero por más que hemos hecho de todo, no cubro sus expectativas sexuales.
Desde que conocí a Jonathan supe que le gustaba mucho la pornografía, me di cuenta cuando cogí de casualidad su celular. Tenía un grupo de Whatsapp donde compartía con sus amigos videos y fotos de señoras, gringas y asiáticas, todas desnudas y haciendo cosas que no había visto nunca.
Él se dio cuenta que yo descubrí ese grupo y me dijo “todos los hombres comparten eso, es normal”. Y simplemente lo dejé pasar.
El tiempo pasó y no creía que Jonathan iba a resultar tan exigente; me pedía repetir las mismas poses sexuales que veíamos en las películas triple x que compraba en el Hueco. Al principio me atreví a probar todo lo que me pedía: me disfracé de enfermera, gatúbela y hasta policía, hicimos todas las poses del Kamasutra.
Tenía la esperanza de que se enfoque en mí y deje de ver a esas mujeres desnudas en el celular. Luego de dos años, él sigue buscando en Google Pornhub.com.
He pensado que para su cumpleaños me aumentaré los senos y el trasero para ver si así lo excito más. ¿Usted cree que eso funcionará?
Consejo
¡Ay, Karlita! Me has hablado en toda la carta de qué es lo que le gusta a Jonathan, pero nada de lo que te gusta a ti.
Para comenzar querida, no tienes que aumentarte los senos ni el trasero, ni vivir pensando en cómo complacer a un hombre. Sino más bien, tienes que encontrar qué es lo que te complace, y créeme que “queriendo ser una bomba sexy en la cama” no lo lograrás.
Tú dedícate a pedirle las cosas que te gustan y si a él no le interesa complacerte, déjalo con sus actrices porno y te aseguramos que la batería de su celular no le va a durar mucho. ¡Búscate tu Christian Gray!