La que no ha dicho una de estas clásicas mentiras que tire la primera piedra. Y es que si bien la mayoría de las veces somos consecuentes con lo que decimos, hay ciertos casos en que, admitámoslo, queremos mentirnos a nosotras mismas con el único fin de sentirnos menos culpable. Aquí te mostramos las mentiras más comunes que las decimos y una y otra vez.
“El lunes comienzo la dieta”: Los rayos de sol te avisan que el verano está a la vuelta de la esquina y tú aunque sepas que estás subida de peso, y que tus mejores aliados son la lechuga y el tomate, te empeñas en comer comida chatarra como para “despedirte”, ya que “el lunes comienzas la dieta”. Mentira, ya que ese lunes nunca llega.
“Veré a mi ex pero no pasará nada”: Terminaste con tu ex, lloraste y cuando al fin estás disfrutando de tu soltería te llama tu ex, tú le hablas normal... total ya está superado pero el detalle es que te dice para salir y tú te dices a ti misma:“Veré a mi ex pero no pasará nada”. Mentira, todas sabemos que hay un 90% que puede que esa inofensiva salida llegue a mayores. No te engañes.
“No estoy molesta”: De los creadores del “No tengo hambre” viene el “No estoy molesta” y lo dices una y otra vez con puchero incluido y cualquiera se da cuenta de tu mentira porque estás molesta, muy molesta pero simplemente no quieres decir las razones.
“Es una salida tranqui”: Es viernes por la tarde, estás acabando de trabajar y te llega un mensaje de unas amigas que no veías hace tiempo, piensas en que no deberías salir, ya que estás gastando demasiado pero te dices a ti misma que “sólo se vive una vez” y que será “una salida tranqui”. Mentira, sabes que no será tranqui, ya que el sinónimo de “tranqui” no es terminar la fiesta a las 8 de la mañana del día siguiente y esto sabes en el fondo que sí pasará.